Crisis de espionaje en Argentina: inversionistas aterrados
Argentina se despertó días atrás con un misterioso asesinato. Se trataba de una habitación cerrada, un arma descargada y un hombre muerto. La seguridad del exterior no había visto nada, y al principio, la policía dijo que era un suicidio. Sin embargo, algunos detalles no tenían sentido. No había ninguna nota de suicidio para empezar. Y si el hombre iba a matarse, ¿por qué había hecho una lista de compras detallado para la próxima semana? Todo esto puede sonar como uno de esos misteriosos asesinatos de Agatha Christie. Pero cuando se profundiza la historia completa, se parece más a un thriller típico de Hollywood. El tema es grave: el muerto no era cualquier ciudadano argentino,… él era un fiscal estatal. En la mañana de su muerte, Alberto Nisman tenía previsto entregar un informe condenatorio al Congreso, acusando a la presidente de ser parte de una conspiración con Irán. La presidente, Cristina Kirchner, había avalado originalmente el veredicto oficial de la policía de suicidio. Pero frente a la ira pública se vio obligada a dar marcha atrás. Ella reconoció que no fue un suicidio, sino que señaló con el dedo a elementos incontrolados en el servicio secreto argentino. Para la mayoría de los inversores el último escándalo político es otra advertencia de mantenerse alejado de Argentina. Sin embargo, están equivocados. Desde el año pasado, mis consejos sobre Argentina han obtenido buenos resultados y podemos seguir haciendo dinero manteniendo la confianza en este mal amado país. El hecho tiene todos los ingredientes de un thriller de Hollywood En primer lugar, vamos a tratar de llegar al fondo del misterio. Nisman creía que Irán había estado detrás del atentado contra un centro judío de Buenos Aires en 1994. La ciudad es hogar de la mayor población judía en América Latina y el ataque, que mató a 85 personas, fue la mayor atrocidad contra ciudadanos judíos desde el Holocausto. Nisman no solo inculpo a Irán. También calculó que podía probar que el gobierno argentino, que nunca ha encontrado oficialmente a los autores, había llegado a un acuerdo con los iraníes. A cambio de encubrimiento, los argentinos pretendían conseguir un comercio beneficioso con Irán, granos por petróleo. Nisman murió antes de que pudiera exponer el informe al Congreso, pero, afortunadamente, las copias de su declaración habían sido difundidas. Todo parecía irrefutable para el gobierno, pero la presidenta tiene su propia versión de los hechos. Según ella, elementos incontrolados de los servicios secretos argentinos habían proporcionado a Nisman información incorrecta y luego lo mataron para implicarla. Como resultado, ahora está enviando al Congreso una ley para la disolución de los servicios secretos. La red de intrigas y conspiraciones sería una buena película. Pero, lamentablemente para la Argentina el hecho no es una ficción. Todos los gobiernos son capaces de negocios sucios pero los ciudadanos esperan que otras instituciones – tales como la prensa, el poder judicial o policial – pongan vallas de contención. Lo que realmente irrita a los argentinos es la falta de confianza en las instituciones del país, no son lo suficientemente fuertes como para llegar al fondo de la cuestión. La mayoría de los inversores creen que la Argentina es un caso perdido – pero están equivocados Para la mayoría de los inversores, este último drama no es ninguna sorpresa. Con los años, la mayoría de los inversores occidentales han aprendido a desconfiar de Argentina y mantenerse bien lejos. Expresiones antioccidentales de Kirchner, también han contribuido a consolidar la idea de que Argentina no es un lugar seguro para los inversores internacionales. Cada vez que escribo una pieza optimista sobre Argentina normalmente recibo unos cuantos comentarios que me transmiten con claridad que estoy loco. Aquí están algunos ejemplos: «La mejor manera de beneficiarse de la economía de la Argentina es mantenerse alejado del país». «¡Es una pesadilla mayor que la imaginada!» Acepto la opinión de los lectores, pero yo no estoy de acuerdo con esa opinión. Argentina tiene un montón de problemas. Sufre de instituciones deficientes y corrupción arraigada. He pasado mucho tiempo viviendo y trabajando allí y sé lo frustrante que estos temas pueden ser. Pero si se mira más allá de los problemas, existe una oportunidad real. Argentina es increíblemente rica en recursos naturales, con la segunda reserva de gas de esquisto más grande del mundo y el cuarto deposito más grandes de petróleo de esquisto. También es una potencia agrícola. Veámoslo así. Argentina es un poco más pequeña que la India. Pero mientras que la India tiene que trabajar para 1.200 millones de personas, Argentina tiene apenas 41 millones. La población es también un activo. Su sistema educativo, actualmente puede tener problemas, pero sigue siendo uno de los mejores de América Latina y tiene una satisfactoria industria de fabricación, de tecnología y de servicios. Argentina no va a ganar la batalla contra la corrupción, el mal gobierno y la debilidad de las instituciones rápidamente. Pero en el mediano y largo plazo, tiene las condiciones para crear una gran cantidad de riqueza. De hecho las acciones argentinas han premiado a aquellos valientes como para ignorar las malas noticias. En el pasado, hemos pronosticado muy bien desde Argentina El mercado de valores local, el Merval, ganó alrededor de 60% el año pasado. Por supuesto, una parte se debe a la inflación galopante. Pero el desempeño de las acciones argentinas que cotizan en Estados Unidos también ha sido impresionante. Hay 15 empresas argentinas disponibles en las bolsas estadounidenses, y han aumentado un 54% durante los últimos 12 meses. Afortunadamente, es una historia que he estado siguiendo durante unos años. Mis tres selecciones argentinas originales eran la siderúrgica Ternium (NYSE: TX), la agropecuaria Cresud (Nasdaq: CRESY) y la plataforma de comercio electrónico MercadoLibre (Nasdaq: MELI). En abril pasado, escribí que los inversores que habían comprado acciones de Ternium en agosto de 2012 tendrían un beneficio de hasta el 60%. Los inversores podrían utilizar los ingresos para aumentar sus participaciones en Cresud y Mercado Libre. Pues bien, desde entonces, Mercado Libre subió hasta 43%. Así que ahora sería un buen momento para vender Mercado Libre y poner el producto en Cresud. Cresud posee tierras agrícolas en Argentina, Brasil y Paraguay. También tiene una participación en una empresa de bienes raíces que le da la exposición a una mayor demanda en la economía argentina. Lo mejor de todo es que es barato. En razón de la caída del precio de las materias primas blandas, la empresa no ha tenido muy buenos años. No puedo estimar el precio futuro, pero teniendo en cuenta que la población mundial está aumentando exponencialmente estoy bastante seguro de que los precios de los alimentos se recuperarán en el futuro. Del mismo modo, la parte inmobiliaria de la empresa ha tenido problemas como la economía de Argentina ya que se ha ralentizado. Hay un montón de preocupaciones a corto plazo, como la disputa con los tenedores de bonos, la incertidumbre en torno a las elecciones a finales de este año y continua desaceleración de China, pero con el tiempo la economía de Argentina se va a recuperar. James McKeigue The New World