Cómo la Alianza del Pacífico desactivó una de sus principales amenazas
Semanas atrás, los líderes de la Alianza del Pacífico estaban llevando a cabo lo que mejor saben hacer – una nueva reunión cumbre. El bloque comercial ha tenido actividad desde 2011, y ya ha tenido nueve de estas conferencias de sus líderes.
He estado en una de estas cumbres antes – y tengo que decir que fue muy entretenido. Siempre tienen lugar en partes muy lindas del país – la que yo asistí fue en Cali, anfitrión tropical de la Salsa. Siempre participan un gran contingente de diplomáticos y líderes de negocios – lo que para un periodista es genial.
Cuando estuve allí la última vez, entreviste al presidente de la segunda mayor compañía petrolera de Colombia y el jefe de la bolsa de valores en el marco de la conferencia. El acceso a los Presidentes es obviamente mucho más restringido – especialmente para los gustos de su humilde corresponsal. Solamente un par de fotos y una conferencia de prensa muy estrechamente controlada, donde con suerte se consigue hacer una pregunta, casi nunca obtener una respuesta.
No participe de la última, pero habían habido dos grandes acontecimientos que podrían tener un efecto enorme en nuestras inversiones. Veamos.
Esta podría ser la decisión más inteligente de la Alianza hasta el momento
El primer elemento de la gran noticia es que la Alianza del Pacífico ha resistido a baluartes conceptuales de su rival Atlántico, el Mercosur. Los lectores habituales de The New World sabrán que he sido, durante mucho tiempo, un fan de la Alianza del Pacífico, un bloque comercial integrado por Chile, Perú, Colombia y México – algunas de las economías más dinámicas y abiertas de la región. La postura abierta de estos países, que tienen un mosaico de acuerdos comerciales con la mayoría de las principales economías del mundo, se encuentra en marcado contraste con el Mercosur. Este último, que se compone de Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay y Paraguay, ha tenido, recientemente, actitudes contra el libre comercio. Algunos miembros incluso han encontrado maneras ingeniosas para bloquear las exportaciones de los demás – lo cual va completamente en contra de las bases de la creación de un grupo de comercio libre de aranceles.
Pero en esta última conferencia de la Alianza del Pacífico, que hasta ahora ha sido correcta aunque fría con el Mercosur, acordó iniciar conversaciones con su homólogo del Atlántico. Este es un cambio radical y que podría tener serias implicancias para los inversores.
Conciliar temas con otro bloque comercial latinoamericano
Cuando la Alianza del Pacífico se puso en marcha en 2011, los miembros destacaron que eran diferentes a la multitud de otros bloques regionales latinoamericanos u organismos que los habían precedidos. Y si bien el énfasis siempre estaba en el comercio, el hecho de que los cuatro países practican modelo económico influido en el ‘Consenso de Washington’, significaba que tenían un gran contraste con los países más estatistas, como Venezuela, Argentina, Ecuador y Brasil.
Recientemente entrevisté a ex primer ministro peruano y finalista en las elecciones presidenciales de 2011, Pedro Pablo Kuczynski, y él me dijo que la política desempeñó un papel importante. «La Alianza del Pacifico fue, sin duda, una respuesta política a otros bloques en la región.»
Un país que veía todo esto con un elemento de miedo fue Brasil, dice Carlos Fortín, un investigador asociado del Instituto de Estudios del Desarrollo. «Fue percibido mal en algunos sectores de Brasil, como un intento de unir de alguna manera sus fuerzas para oponerse a Brasil en la región. Chile siempre ha mantenido que este no era el caso, pero la relación entre los dos países, se ha enfriado. «Dichas palabras fueron expresadas en noviembre del año pasado, pero los acontecimientos recientes han demostrado que Fortín fue notablemente profético. «Creo que ahora con Bachelet, veremos que la relación entre Brasil y Chile se hará más fuerte ya que ambos presidentes son amigos cercanos.»
Y eso es exactamente lo que pasó. En su primera reunión en la Alianza del Pacífico, Bachelet exigió que el bloque mejorara los vínculos con el Mercosur. «Más allá de las legítimas diferencias, es perfectamente posible alcanzar niveles de convergencia entre los países de la Alianza y el Mercosur, entre el Atlántico y el Pacífico… No sólo es posible, sino que también es necesario.»
Para alguien como yo – que ha estado investigando en las ideas de la Alianza del Pacífico, esta es una gran noticia. No me malinterpreten, no estoy esperando resultados de inmediato. Están previstas conversaciones para finales de este año, pero es demasiado pronto para empezar con la esperanza de algo concreto como un TLC. Es cierto que los miembros más pequeños del Mercosur, Paraguay y Uruguay, estarían contentos de ampliar algunas alianzas. Pero estoy seguro de Argentina y Venezuela pondrían algunos obstáculos para determinadas aperturas.
Pero lo que estas conversaciones hacen es eliminar algunas de las mayores amenazas en el horizonte para la Alianza. La tensión con el Mercosur era el elefante en la habitación del que nadie hablaba. . Ahora que el tema está a la intemperie, la tensión se ha despejado. Los críticos también se habían preguntado cómo la Alianza seguiría funcionando ante el cambio radical de presidentes en Chile. El reemplazo de un presidente de derecha, Sebastián Piñera, por Bachelet, muestra que la institución es lo suficientemente fuerte como para absorber los cambios.
Y eso no es todo…
El final positivo de la cumbre fue que se dieron más detalles sobre el plan para autorizar a los miembros a utilizar a los grandes y crecientes fondos de pensión para financiar conjuntamente proyectos de infraestructura en toda la región. Los fondos de pensiones de estos países valen alrededor de $ 400 mil millones en total y están creciendo rápidamente. Hasta ahora, sus autorizaciones de inversión han estado estrictamente regulados, con un fuerte énfasis en las oportunidades nacionales. Con la autorización para utilizar dichos capitales hacia proyectos regionales, se podría ayudar para que finalmente se puedan poner en marcha, los muy hablados, pero muy retrasado, programas de infraestructura que tanto se necesitan en los países miembros.
¿Cuál es la mejor manera de participar?
La primera vez que mencione a la Alianza, a principio de 2012, elegí un fabricante de acero para participar en el auge de la infraestructura y actualmente ha aumentado un 44%. Elegí un banco regional para darme una exposición más amplia de la economía general y alcanzo un 31% más. También elegí un enólogo chileno para actuar como una cobertura de los precios de las materias primas para el caso de un crash y obtuve un aumento de 3%.
Hoy voy a añadir a la constructora peruana Graña y Montero (NYSE: GRAM). Es la constructora más antigua del Perú y ha existido durante la mayor parte de un siglo. En ese tiempo, ha sobrevivido a las dictaduras, los disturbios de la guerrilla y un buen número de guerras.
Pero los últimos diez años ha tenido un desarrollo increíble. Sus ventas se han disparado en la última década, se ha extendido a Chile y Colombia. Ansioso por financiar la expansión regional también ha cotizado en la Bolsa de Valores de Nueva York, lo que hace que sea barato y fácil para los inversores privados como nosotros para comprar desde el Reino Unido. Entrevisté al director general en Lima hace unas semanas y me explicó cómo planea aprovechar el auge de la infraestructura regional.
Lo que más me impresionó fue el modelo de negocio. A diferencia de algunos de sus competidores, la empresa no solamente oferta para un proyecto y luego busca financiación. En su lugar, utiliza su propio capital para conseguir proyectos complejos, arraigados al suelo – un buen ejemplo sería el metro de Lima, una vez que está en marcha y en funcionamiento, la empresa crea securities y vende los derechos de algunos sus ingresos.
En esencia, la empresa no es sólo una constructora. Al asumir parte del riesgo en etapa temprana, también brinda algo así como un respaldo de capital privado para algunos de estos proyectos. Es evidente que no debemos poner todo su fondo de retiro en la empresa, pero dado su historial, estoy dispuesto a respaldarlo para hacerlo. Por otra parte, un p / e de 14.6 parece un buen precio para una empresa que está creciendo tan rápidamente.
James McKeigue – The New World
Notas relacionadas :
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