Las decisiones drásticas versus las acciones paso a paso.

Desde nuestro punto de vista, más que preguntarnos si las medidas económicas del gobierno son ortodoxas, heterodoxas, keynesianas, etc., preferimos evaluar las condiciones de viabilidad –es decir, de supervivencia- de las mismas. Desconocer la situación social heredada y el agravamiento que toda devaluación produce en la sociedad, sólo permite efectuar análisis teóricos, impracticables políticamente, o con una fragilidad social tal que auguran un mal final.

A continuación se transcribe el muy acertado análisis del economista Adolfo “Fito “ Ruiz – mi amigo. Comparto totalmente sus conceptos. Para la prensa, en general, pareciera que decir “ Vamos bien, ¿ y si analizamos este otro aspecto de la realidad?…” es menos redituable mencionar  que lo que se va a aumentar a los jubilado es poco o que la tasa de interés del Banco Central es muy alta ( 2.70 % mensual). Estamos saliendo de un desquicio general y debemos tener cautela para tapar y eliminar las arenas movedizas. Federico Rivero Lahitte).

Para quienes sostienen que deben intentarse medidas drásticas aunque se fracase en el intento –y dejemos a salvo la pureza ideológica-, les decimos que se corre el riesgo de terminar peor que como empezamos. Y que sobrevenga un nuevo intervencionismo y una reiteración del “vivir con lo nuestro”, ahora más light, pero acompañado de una férrea policía económica que terminaría con los recursos que todavía nos permitirían el resurgimiento, luego de la fiesta populista que el pueblo en su momento votó.

El rumbo marcado por Macri y el equipo económico que lideran equilibradamente Prat Gay y Frigerio, con la coordinación de Marcos Peña, se mantiene con firmeza pese a los embates que le impone gran parte del arco político y gremial, así como –el no menos importante- del grupo del “círculo rojo” de empresarios y funcionarios prebendarios,  dependientes directa o indirectamente del erario público. Así, pensamos que en lo que creemos un inteligente juego gubernamental de equilibrios, tomas y dacas, u oportunismos, se está basando un proyecto político que, hasta ahora, pareciera ser el más sólido y con más posibilidades de perdurabilidad de los últimos 45 años.

Como en la vida privada, familiar o empresaria, no sólo se trata de fijar metas, sino asegurarse que éstas sean alcanzables. Prohibir una actividad nociva o disminuir costos innecesarios del gobierno, es un objetivo que compartimos casi todos, pero hoy -cuando no somos capaces de generar ni siquiera los 150.000 o 200.000 empleos que el crecimiento de la población exige-, agregar desocupados por despido masivo de empleados públicos, suena a una utopía que engendrará una próxima frustración.

Más de la mitad del gasto público, se va en sueldos y cargas sociales. El resto sale para pagar deuda pública o ser derivado a la inversión en mantenimiento y en servicios imprescindibles. La única solución es el crecimiento, que así podría reducir –proporcionalmente- el gasto público elefantiásico. Y, por otro lado, sabemos que todo crecimiento debe ser ordenado o equilibrado, pues no es posible –ni siempre conveniente, aunque se dispusiera de los fondos- hacerlo abruptamente. No tenemos las divisas ni la energía necesaria para ello, por lo que habrá que hacerlo en forma acompasada. Comprendemos la ansiedad después de tantos años de decepciones, pero nosotros somos partidarios de intentar salir de este atolladero paso a paso, asegurando cada uno de ellos. Sabemos que aun así, el plan puede fallar. Pero, ese riesgo, es el mismo que se nos presenta con cualquier emprendimiento empresario, o en cualquier planeamiento familiar. Por eso, lo más importante es contar con un buen piloto sumado a una buena tripulación –que creemos tenerlos en el gobierno-, y, tal como hacemos en la navegación a vela, no busquemos el recorrido más corto, sino el que aproveche los mejores vientos disponibles como para llegar seguramente a puerto.

El gobierno anterior no sólo le dejó bombas de acción retardada a Cambiemos, también le entregó una economía desquiciada, desequilibrada y descontrolada. Para tener una idea de las condiciones en que fue recibida, nos es útil ver qué ocurrió con las exportaciones –nuestra “gallina de los huevos de oro”- en los últimos años: en 2015 cayeron a un tercio de las que tuvimos en 2011, representando un déficit comercial de nada menos u$s 3.000 millones[1]. Esta es otra de las razones, por la que no se puede pretender aplicar ahora una “cirugía mayor” que no provoque daños colaterales,  incontrolables o violentos, salvo que –consciente o inconscientemente- se busque que este gobierno posteriormente quede maniatado, o directamente tumbado.

Por eso no deja de asombrarnos que, por el lado opuesto al de los impacientes, los dirigentes de la UIA critiquen –sin que se les mueva un músculo de la cara- por la “falta de transparencia” en la compra de caños sin costura a China, a quien acusan de utilizar “precios predatorios”. Suena ridículo, proviniendo de una entidad que ha pasado las últimas 6 décadas protegiendo los intereses del Grupo Techint, la voz cantante del temor a “perder los puestos de trabajo”. Justo ellos, que utilizaron sus colosales ganancias prebendarias para comprar empresas en el exterior, lo que no sería en absoluto criticable si es que no hubieran trasladado –en pleno cacareo nacional-kirchnerista- su casa matriz y sus ganancias al principado de Lichtenstein. Aclaremos que el precio de los chinos es 30% menor al de la eternamente protegida firma Siderca, a quien Siderar –su “hermana” del mismo Grupo Techint- le vende la chapa a mayor precio que el vigente internacionalmente.

Este campo minado y este terreno económico desarticulado, tiene como elemento agravante a una buena parte de los miembros del Poder Judicial. Ese lugar en el que casi todos están emparentados y son amigos, por los que todos se protegen entre sí. Sólo así se puede explicar que jueces como Oyarbide u otros con mansiones gigantescas de financiación inexplicable, permanezcan en funciones sin que una mínima sección de Control Interno -tal como tienen hasta las policías aún más corruptas-, ponga algo de pudor y límites. Así, gran parte de la “familia” judicial se ha transformado en una especie de hermandad –tipo Casa Nostra, en la que todos son amigos, parientes o empleados en relación de dependencia- y se niegan a publicar sus patrimonios, a pagar impuestos, o a divulgar la espúrea financiación de créditos que sus miembros obtienen a través de los Certificados de Dominio Automotor (el consabido 008). Con este tipo de auxiliares en otro poder del estado, no sería nada fácil intentar quirúrgicamente el saneamiento de la economía, sin que ellos pongan “palos en la rueda”.

 

La política: gobierno con minoría parlamentaria, acechado por otros dos poderes

El kirchnerismo parece estar moribundo, a pesar de conservar popularidad y contar con un grupo todavía numeroso de legisladores. Pero creemos que estamos transitando el camino de su “jibarización comatosa”. Sus seguidores no saben cómo hacer para aferrarse al viejo relato, sin tener que hacer ostensibles contradicciones evidentes. El matrimonio Kirchner y su hijo, han quedado más que salpicados –más bien enchastrados- por los asombrosamente gigantescos e impúdicos hechos de corrupción. Ni siquiera, queda alguna obra pública tangible y económicamente provechosa, que atenúe el gigantesco saqueo que hemos sufrido todos. Es tal la magnitud de los desfalcos, que difícilmente se pueda regenerar algo parecido a un movimiento político, con los restos del naufragio kirchnerista. Como el “menemismo”, irá languideciendo junto a sus -cada vez menos- seguidores y salvo, una oportuna y espectacular muerte de su líder, se dirigen –creemos- a su extinción.

Sin embargo, Argentina parece ser noticia impactante a los pocos meses del nuevo gobierno encabezado por Mauricio Macri. Hasta el inefable ex-presidente uruguayo, Mujica, sostuvo: “Ahora Argentina está mejor”, pero “me preocupa la deuda que está tomando Macri” (por cierto no le preocupó el daño que produjeron los Kirchner con el default, ¿no es genial?). También, con ausencia de pudor y falta de vergüenza, tanto Daniel Scioli como Sergio Massa, siguen pontificando como si fueran Henry Kissinger, sobre el actual gobierno. Justo ellos, directos e indelegable responsables de la más que palpable decadencia bonaerense de la historia. Y, encima, que después de los gobiernos de Menem, Duhalde, y Kirchner, tengamos que escuchar que Felipe Solá siga hablando como si fuera un estadista, lo que refleja –como mínimo- su desorientación.

A ellos se agregan otros opinadores francamente impresentables y carentes de una mínima autoridad como para criticar a sus sucesores ni a nadie, pues antes se tendrían que limpiar bien la boca y otras partes pudendas. Como Hebe de Bo, D´Elía, Aníbal Fernández o Ricardo Forster; o los seis sacerdotes autodenominados “Curas en Opción Preferencial por los Pobres”, que defendieron a Milagro Sala –acusada judicialmente y detenida en la cárcel acusada de quedarse con dinero ajeno- y atacaron, en cambio a Pedro Robledo (del Ministerio de Desarrollo Social) ¡por despedir a 35 empleados!

Existe también cierta desorientación periodística. Una explicación bastante lógica de esta desubicación, es que el gobierno redujo la pauta periodística oficial a la mitad. A la par, caen los tirajes o las audiencias, y la gente está más desinteresada de la política –salvo en lo que concierne al bolsillo-, lo que obliga a medios y profesionales a largar “bombas” en los títulos que, muchas veces, no se correlacionan con el contenido de los artículos o de las exposiciones televisivas. Ahora, eso sí, abundan los titulares con signos de  interrogación, con escasa información, con abundantes conjeturas y con cierta cantidad de pronósticos de dudoso cumplimiento.

Hace veinte días un periodista económico dijo: “Es un plan monetario, muy alejado de la producción y el empleo”, y sostuvo suelto de cuerpo: “Así como vamos, el segundo semestre se complica”. O sea, no dijo nada, pero sí insinuó mucho. Véase otra afirmación temeraria: “Con esta inflación, los créditos para la vivienda fracasarán”. La realidad es que –a pesar de la aún altísima inflación- los créditos están creciendo, y eso que, todavía, no empezaron las campañas publicitarias de los bancos, destinadas a ganar tomadores de crédito con ajuste mediante los UVI (esa especie de moneda indexada en base a salarios, parecida a la unidad de fomento chilena o UF). Otra frase hueca que no significa nada más que una perogrullada: “El paso del tiempo le va agregando rigidez al margen de confianza con los que cuenta el primer mandatario”. O esta otra: “El atraso cambiario llegó para quedarse” (se olvidan que el Banco Central tendrá que pagar las diferencias sobre las ventas de dólar futuro, esa trampa que nos legara el siniestro tándem de la ignorancia: Kirchner-Kicilloff-Vanoli). Otro título más: “El kirchnerismo dejó 3 de cada 10 chicos en la pobreza, y el macrismo no lo arregla”.

 

La cuestión internacional: por ahora, ayuda, pero se cierne la tormenta

Un panorama temible es el que se presentará después de las elecciones norteamericanas, si se impusiera el “fenómeno Trump”.

En efecto, tiene 51 ciudades que superan el millón de habitantes (como nuestras Rosario o Córdoba) y nada menos que 207 que superna las 100.000 almas (las que, obviamente, incluyen a aquellas más grandes). Y es en estos dos últimos grupos –excluyendo aquellas mega-urbes- en donde reside un cardumen importante de votantes de Trump. Esta acechanza puede tener efectos “imponderables”, como suele llamar Rosendo Fraga a factores imprevisibles o sucesos sorpresivos que pueden tener consecuencias gigantescas, o lo que Nassim Taleb denomina “cisnes negros”.  Y aunque Argentina por su estructura económica no resultara muy perjudicada por el triunfo de Trump, sí sufriría consecuencias indirectas por parte de sus clientes.

 

Un pequeño balance

Gozamos de libertad de prensa; no existen aprietes ni escraches organizados por el gobierno; ha habido transparencia en la ciudad luego de 8 años de gestión y se ha prometido incorporarla al gobierno nacional; no hay una sola denuncia concretada de interferencia en el Poder Judicial; se salió del default, del cepo cambiario y de la bomba del dólar futuro, sin traumas; se dialoga con todos y muchas veces se corrigen errores; se ha recuperado en gran parte la apertura comercial internacional; se han universalizado beneficios sociales para los pobres, y ahora existe un plan serio para pagar la deuda de los jubilados. No nos parece poco para un semestre. ¿Acaso Menem, De la Rúa, Duhalde o Kirchner hicieron algo comparable en 6 meses? Y, por eso, somos de los que confiamos en un mejor segundo semestre, no por expresión de deseos sino con el fundamento de los datos duros de esta realidad económica y social en convalecencia. Pero que cuenta con altas probabilidades de que las cosas salgan bien y se pueda alcanzar el alta médica⌂.

 

Perspectivas Microeconómicas

Una Publicación del Estudio Adolfo Ruiz & Asociados

perspectivasmicroeconomicas@fibertel.com.ar

 

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